065   ✩

Modo blanco para
mejor apreciación.

Eijiro Kirishima es el tipo de novio que . . .

-Ya dije que full cariñoso???


Cita.
24 dic.

La fémina miraba el reloj de su celular repetidas ocasiones, siendo ya las ocho y dieciocho de la noche. Por la ansiedad que llegase su acompañante movía sus piernas por debajo de la mesa, turnando cada una de ellas y jugando algún juego sin internet que había en su celular a fin de distraerse y pasar el tiempo a lo que llegaba.

Días atrás.

Era una noche iluminada por la luna, traspasando la luz natural de esta por la puerta de vidrio del balcón de aquélla habitación ruidosa. Una noche agitada para los dos chicos que se encontraban presentes en aquel cuarto.

Ambos jovenes se hallaban acostados tal cual vinieron al mundo en la cama del pelirrojo y lo único que cubría su desnudez eran las tibias y sueves sábanas con estampado militar del fornido chico; dueño del cuarto donde se encontraban reposando, respirando agitadamente después de la acción agitada que habían cometido minutos atrás.

— Pasado mañana ya es navidad... —comenta de la nada la fémina, irrumpiendo el silencio que se había formado en el trascurso del tiempo, hablando como si el aire le hiciera falta.

— Si...que rápido pasa el tiempo ¿No crees? —responde con una sonrisa el más alto, mirando a la mujer que tenía a su costado.

— Oh si...muy rápido —contesta esta, tomando una bocanada de aire, reteniendola en su boca, para segundos después expulsarla lentamente.

— Gracias por pasarte por aquí. Te he extrañado un montón, amor.. —declaró el fornido muchacho, poniéndose de lado abrazando a la joven que tenía en un lado, cruzando su pierna entre las de ella junto con su brazo que yacía ahora reposando en el estómago de la peli _____. dándole caricias en este mientras la miraba como la cosa más bella e inalcanzable del mundo.

— Ayer nos vimos.. —replica al anterior comentario la chica, sonriendo ante lo dicho junto por las caricias satisfactorias que recibía por el contrario.

— Da igual, te extrañe mucho. Ayer no me diste beso de buenas noches —le da un pequeño beso baboso en la mejilla, puesto aún conservaba la saliva de la chica y suya propia por los besos fogosos y acalorados anteriormente dados, deteniendo de paso las suaves caricias que le regalaba a la contraria segundos antes.

Esta simplemente lo observó por unos segundos más luego sonreír y volver su vista al techo.

— Hagamos algo para navidad...¿Hm? —comentó, con su mirada hacia el techo de la habitación.

— Eso suena buena idea...¿Vamos a tú restaurante favorito? me gusta ir ahí cuando hace frío —responde el chico, cerca del cuello de la contraria, dándole cosquillas debido el aliento caliente de este sobre su piel fría por el clima— De paso podremos ver el espectáculo que van hacer en la plaza central...sentados en una banca, agarrados de la mano, dándonos besos, tomando chocolate caliente con malvadiscos...creo que es muy buen plan...¿Qué opinas tú? —observa a la chica espectante a una respuesta.

— Suena increíble... —contesta la fémina, sonriendo divertida a cómo describía cada cosa como si fuera necesario— Te amo... —Terminó de decir la peli_____., cambiando el tema y haciendo ruborizar al pelirrojo por sus palabras no muy frecuentes.

— Yo te amo más —responde este sonriendo, con sus pómulos acalorados.

— Yo lo dije primero —sonríe la fémina mientras cambiaba de posición, girandose hacia estar al frente del chico, quedando más arriba que este y posicionando su brazo derecho sobre la cabeza del contrario, regalándole suaves caricias en el rostro canela del chico, causándole cosquillas en su piel.

— Rayos...eh perdido... —responde el chico a lo anterior dicho, teniendo a la vista los senos de su novia.

— Sígueme haciendo cosquillas..

— A la órden princesa

...

— ¡Espera! jajs ¡esas no!

fin del flash back.

Miraba por la ventana de vidrio como pequeños copos de nieve caían con delicadeza al suelo y claro, a un sin fin de personas pasar al frente del lugar.

Y entre tanta gente pasando pudo divisar algo que llamaba su atención detrás de todas estas.

Un niño totalmente abrigado pareciendo casi una bola de pura ropa, sosteniendo una espada de madera acompañado junto con otros dos niños, siendo estos una niña y otro niño totalmente abrigados también.

A la joven que yacías dentro del lugar le parecía haberlos visto alguna vez. Sus ojos rojos tan grandes y su cabello azabache le recordaban a su novio que a diferencia de los pequeños revoltosos él teñía su cabello de un fuerte color rojizo.

Le sorprendió aún más el ver como el más inquieto de los tres abría su boca, distinguiendo claramente unos filosos dientes puntiagudos.

Siguió observando por la curiosidad, notando como este mismo muchacho hacia movimientos con su espada de madera un poco bruscos, amagando que iba a atacar a la más menor del grupo de los tres niños que jugaban en la nieve.

Que en reacción de la pequeña era cubrir su rostro con sus pequeñas manitos y cerrar sus ojos apartando la cabeza.

— ¡Ya para! —habló la azabache menor.

Eso fue lo que escucharon los pequeños dos niños presentes a las afueras del restaurante, por lo contrario de la joven dentro, que solo pudo distinguir como su boca se abría suponiendo que era una queja por aquélla acción que ejercía el azabache mayor.

— ¡Yoshio!

— ¡Akira!

— ¡Haruka!

Se escuchó una voz masculina, haciendo que los tres mencionados salten del susto a tal repentino grito no esperado.

Observaba impresionada la muchacha dentro del restaurante como su joven y apuesto novio regañaba a los menores. Al parecer los conocía y ellos a él, por la reacción de sus caras lo hacía obvio. Ahí fue cuando supo porque se le hacían conocidos los pequeños azabaches.

Siguió observando espectante, ansiosa porque el chico pelirrojo entrase de inmediato y tuvieran su cita romántica junto a la chimenea como lo habían hablado.

El pelirrojo camina junto con los niños, tomados de la mano hacia la puerta del restaurante, entrando con estos y buscando con la mirada a la persona con la quien se encontraría.

Al ver que entraba con los menores de edad supuso que la noche "Romántica y a solas" cambiaría a "Bulla y berrinche" por parte de los más pequeños.

— ¡Acá! —alzó la voz, dando indicio para que el pelirrojo la mire y se aproxime a donde se encontraba sentada.

El muchacho vestía un abrigo con capucha color verde oscuro, jeans negros y zapatos de color rojo tan brillantes como su cabello tirado para arriba, cubierto de gel y productos para mantener su peinado "Varonil" como el lo suele llamar o también "Sofisticado" como _____. llamó a su peinado la primera vez que se conocieron.

La chimenea junto con todos los focos y luces que adornaban el restaurante iluminaban perfecto al pelirrojo, iluminando su cara con distintos tonos de colores.

— ¡Hey! ¿Qué hay? —dijo el teñido como acto de saludo, dejando un pequeño espacio en la separación del sillón y la mesa que tenía al frente la fémina para que los menores pasaran por ahí en fila india.

Los tres pequeños se le quedaron viendo espectantes a la peli _____., sin saber que decir o hacer al no conocerla en persona ya que solo conocían de su existencia debido a que Eijiro hablaba de ella "De vez en cuándo"

— Hola Eijiro —saluda con gesto tranquilo, desviando la mirada de los niños a su novio, prosiguiendo a ubicar su mentón en la palma de su mano, apoyando su codo en la mesa.

— perdón por llegar...

Checa su reloj de mano.

— Veinte minutos tarde —responde rascando su nuca y esbozando una sonrisa apenada.

— Tuve que cuidar de mis hermanos... ¡Por cierto! Te los presento —habló este animado, sentándose a lado de la fémina sin antes darle un pequeño beso en la mejilla, acariciando el lugar con su dedo pulgar al ya haberse apartado, terminado eso, se sienta enseguida a su lado, poniendo su mano en el muslo de la sonrojada joven y señalando al primer pequeño al que le presentaría.

Eijiro le había comentado en uno de esos largos paseos en las noches que de vez en cuando podían disfrutar, que tenía tres hermanos, que los adoraba y le encantaba cuidarlos pero que últimamente no ha tenido mucho tiempo para pasar con ellos o simplemente verlos debido a la universidad y el trabajo que tenía que mantener para no quedarse sin departamento.

— Ella es Akira —Señala el pelirrojo a la menor.

— ¡Holi! —respondé la pequeña de ebras negras, cerrando sus ojos y sonriendo amablemente, sosteniendo con sus pequeñas manos sus coletas recogidas en dos lazo color rosado, haciendo juego como todo su atuendo.

— Él es Yoshio..

Continuó nombrando.

— ¡HOLA! —responde el menor, enérgico y alzando su espada de madera.

— Y por último pero menos importante... ¡Haruka!

— Hola.. —habló el nombrado, enrredando sus deditos en las cuerdas de su abrigo, achicando más el agujero de la capucha que llevaba puesta sobre la cabeza, dejando aún así ver su infante rostro y parte de su cabello azabache.

— Hola a todos..Yo soy-

Interrumpen.

— ¡_____.!

Los tres menores responden al unísono, como si fueran a ganar un premio por quien adivinaba el nombre de la novia de su hermano primero.

— ¿Cómo lo saben? —cuestiona confundida. Jamás había tenido una especie de contacto con los pequeños pero ya habiendo lanzado analizando la situación, la figura de un tal Eijiro Kirishima se hizo presente en su cabeza.

— Nuestro hermano mayor no para de hablar de ti ¡JA!

Acertó.

Habla burlesco el niño de la espada.

— Si, de hecho el siempre anda hablando de ti, cuando hablamos de algo siempre te mete ajaja —prosigue la menor de coletas, aplastando una de las mejillas de su hermano Yoshio alejándolo y dandole espacio para ponerse de rodillas sobre el sillón, recibiendo un gruñido de parte del varón.

A esto, más roja no pudo estar.

— ¡ESO NO ES CIERTO! —alzó la voz sonrojado el implicado, quería que la tierra lo tragase en ese momento.

— Eres muy linda, como mí mamá... —comento el menor de todo el grupo que no había hablado, sonrrojado tenuemente. En todo el punto en el que su hermano mayor presentaba a sus demás hermanos se dió el tiempo de observar a la joven y ver que no era nada fea como aseguraba Yoshio cada que Eijiro hablaba de ella solo para darle la contraria.

— Ay... gracias —ríe nerviosamente la fémina por el comentario random del menor, viendo como reacción a el teñido quién ya la estaba observando y riendo por lo dicho que tampoco se esperaba, siguiendo aún tan rojo como el tinte de su cabello.

— Y bueno...Yo digo que vayamos a la parrillada de acá a la esquina. Hacen una rica carne de res— tengo hambre.. —cuestiona el mayor de los chicos, Yoshio, escuchándose su panza sonar.

— Yo no quiero estar aquí, es aburrido —resopla la pequeña, estirando sus cortos brazos en lo largo de la mesa.

— Yo también. Quiero ver al santa de afuera...—concuerda con la idea de la niña el más callado, mirándo por el vidrio de la ventana a un "santa" que se tomaba una foto con una familia.

— Hey, les dije que iríamos a donde yo tenía un compromiso, no vamos a pasear, además. Haruka, ya te tomaste una foto con un santa ayer y tú Yoshio. No vamos a comer carne —contesto el más alto de todos a las quejas.

— Es que ese era un santa más flaco, yo quiero con el gordo..

— Y yo quiero carne —Cruza sus brazos el pequeño azabache mayor.

— Podemos ir a otra parte si es lo que quieren, no hay problema..—habla la joven, mirando al chico teñido con una sonrisa.

— ¿Estas segura? digo...es que hace mucho frío afuera, no quiero que te pegues un resfriado.. —cuestiona el pelirrojo, notandose preocupado puesto que minutos antes había observado a la joven limpiarse con la mano y sorver su naríz constantemente. En muestra de afecto arquea sus cejas y toma la mano de la chica, acariciando el torso de esta.

— UUUUUYYYYYYY JAJAJA

— Son novios~ Son novios~ Se besan sus bocas~

— ¡SE PASAN EL CHICLE!

Los menores, siendo solo Akira —la que siempre tiene algo que ventir— y Yoshio —el travieso y disparado que no sabe cuando es hora de calmarse— reaccionaron a como su hermano mayor, su ejemplo a seguir, su pilar, su cuidador...tocaba la mano de una chica; su novia.

— Hombre, que molestos jaja—responde apenado por lo que decían, con una sonrisa en la cara.

La fémina solo reía como respuesta ante esto, poniéndose roja tal y cuál estaba el teñido por los gritos de los chicos.

— JAJAJAS saben que hermanos, ya no me quiero ir de aquí, es calientietito y bastante entretenido jeje —comentó el hermano hiperactivo, desparramandose en el sillón del restaurante mirando a su hermano mayor con cara burlesca.

— ¡Yo tampoco quiero irme! —Levantó con energía el brazo la menor, como si fuera una pregunta de la escuela a la cual respondía.

— No somos un circo rufianes.. —habló el teñido, achinando sus ojos con su mirada puesta en los dos principales desatantes de sus secretos.

— ¿Que van a pedir? —pregunta de repente el más callado y tranquilo de los cuatro. El comportamiento de sus hermanos no estaban incomodando y parecía que a los demás clientes también.

— Oh cierto, debemos ordenar... —habló _____. después de él, esperando ya con esa interrupción del menor apartar la situación de hace unos segundos.

— Yo voy a pedir una rebanada de pastel de chocolate y leche caliente —enunció el oji carmín mayor, después de haber puesto su barbilla en el hombro de su novia para poder alcanzar a leer lo que decía, puesto que la chica era quien sostenía el menú.

— ¡Yo también quiero eso! —expresó la menor de coletas, arrimandose al respaldar del sillón y con su dedo índice darle vueltas a su cabello, sonriendo con los ojos cerrados al igual que su boca.

— Por dos —continuó con la idea el más revoltoso, sacando la lengua mientras sonreía sabiendo perfectamente lo que hacia.

— ¿No pueden elegir algo diferente? Hay muchas opciones... —Habló el mayor, resignado a aceptar que sus hermanos le copiarian en todo.

— Yo quiero también una rebanada de pastel de chocolate y....chocolate caliente con malvadiscos y crema ... —observa al pelirrojo, reacción que este sonríe, asintiendo— ¿Y tú? —dirige su vista al más menor de los hermanos Kirishima, dirigiendole la pregunta— ¿Sabes que vas a pedir?

— Amm...una leche... caliente, por favor.

— ¿Solo eso? —preguntó extrañada. A todos los niños les gustan los postres, raro que no sea así.

— Si.

— ¡KIRISHIMA-KUN! —demandó la atención de este la menor de coletas.

— ¿Si-si? —responde este confuso por el grito innecesario de la menor.

— ¡Yo también soy bonita! ¡deja de mirarla a ella! ¡hm! —habló fuerte, haciendo un pequeño puchero y dejarse deslizar por el sillón donde se sentaba cruzada de brazos y fijarle una mirada enojada.

— ¿Qué? —preguntó este.

— ¿No me escuchaste? —enojada cuestionó la menor, en la misma posición desparramada.

Eijiro claro que entendió a que se refería. Cada que su chica hablaba se la quedaba viendo, incluso cuando no decía nada. Era una costumbre que se le había pegado.

— ¡YO TAMBIÉN QUIERO QUE ME MIRES! ¡¡NO ES JUSTO!!

Gritaba la menor moviendo sus piernas bruscamente por debajo de la mesa, efectuando que los comensales se los queden viendo y un mesero con apariencia cansada se les acerque a llamar la atención.

— Por favor, corrijan a sus hijos.. —susurró el hombre en el oído del pelirrojo para luego apartarse y seguir con su trabajo, poniéndolo rojo como un tomate...otra vez.

La joven presente también logró escuchar aquélla indicación puesto se encontraba alado del pelirrojo, poniénda al igual de roja cómo él.

Suspira con pesadez la peli ____. al intetar calmar lo apenada que se sentía por las cosas sucedidas, iniciadas por los pequeños y dulces hermanos del pelirrojo.

...

Pasaron las horas, horas en los que los pequeños y delatadores hermanos del pelirrojo no dejaron de avergonzar a su hermano mayor, al paso que también avergonzaban a la muchacha puesto que grande de las cosas que contaban la incluían.

1.
— "Eijiro te dibuja en las última hojas de sus cuadernos"
—— Yoshio.

2.
— "Grita cómo niña siempre que llega a casa después de una cita" —— Yoshio.

3.
— "¡Apapacha más a una almohada que a mi!"
—— Akira.

4.
— "Cuando duerme suele decir tu nombre...y babea..."
—— Akira.

5.
— "JAJAJAJAJ una vez se confundió con una chica parecida a ti. La abrazó por la espalda y la chica le pegó con su bolso en la cara. Lo estabamos espiando con ayuda de nuestra tía" *Cara malévola*
—— Yoshio.

6.
— "Tiene un diario donde anota cuantos besitos se han dado JAJA ¡Ah si! y otra cosa más también....pero no recuerdo el nombre, pero eh, son bastantes jajaja"
—— Yoshio.

7.
— "Le teme a la oscuridad pff,
~que marica~" —susurra eso último—
—— Yoshio.

El celular de la chica marcaba ya las doce de la noche, consecuencia que los fuegos artificiales y sus bellos colores se hagan presentes en el oscuro cielo de la noche, resonando al compás música navideña dando inicio al espectáculo que se hace cada año como celebración a la navidad.

— Ya es hora.. —comentó la joven, levantandose del asiento pasando por las piernas del pelirrojo. Ya no quería estar aguantando la pena y tampoco ver como su querido novio tapaba su rostro con sus manos mientras reía por lo avergonzado que se sentía, le daba risa...pero a la vez sentía que..."pobrecito".

— Vamos chicos.. —continuó el pelirrojo, levantanse de su asiento y seguir a la chica rápidamente a abrazarla de la cintura por la espalda mientras reía.

— Prometo no volver a traer a mis hermanos a una cita, bebé...  —comentó este, cerca de su oído, dandole un cosquilleo por el aliento caliente que de repente se presentó cerca de su piel fría.

— Por favor... —responde con pesadez y una sonrisa cansada, acariciando los fornidos brazos que la abrazaban por la espalda y llegaban a su estómago.

Sonriendo avergonzado al recordar las cosas dichas por los menores. Este volteó su cabeza hacia atrás para verificar que los pequeños los seguían, cosa que así fue, que al sentir la mirada de su hermano mayor estos miraron al mismo tiempo al más alto, espectantes. Regresó su vista hacia el agujero que formaba el cuello y hombro de la chica, reposando así su cabeza y mantenerse abrazado junto a ella saliendo así del restaurante.

Recibiendo una nalgada por parte de la de coletas, por darles la espalda.

...

Los padres del pelirrojo llegaron para recoger a los niños minutos más tarde, cosa que provocó berrinches de parte de los menores al no querer irse.

Al ya haberse despedido ambos jovenes, paseaban lejos del ruido y el espectáculo que minutos antes habían sido espectantes junto a los menores, ahora solo paseaban por un parque cualquiera junto con otras personas que también transitaban el lugar, siendo las una de la madrugada. No corrían peligro, las calles de Japón son tranquilas a cualquier hora así que la gente pasea cuando sea y este era el caso de la joven pareja.

Ambos con sus manos entrelazadas, balanceadolas de al frente para atrás, compartiendo del tranquilo y silencioso momento romántico.

Llegaron hasta una fuente que expulsaba agua de su punta más alta, o así era la perspectiva que otorgaba.

— Que noche ah... —habló la fémina, expulsando un suspiro de intermedio.

— Hoy...no creo que fue taaan malo, sabes... —agregó el pelirrojo.

— ¿Cómo así? —cuestiona la fémina, arqueando sus cejas mientras sonreía.

— Pues...pase una noche con mis hermanos...al fin

— Eso es verdad ...¿entonces? ¿por qué esa cara de sufrido? —ríe la chica, inclinando su cuerpo para delante viendo el rostro "decaído-avergonzado" del pelirrojo.

— ¡No tengo cara de sufrido! —ríe ante el comentario— Solo que...pues no niego que en parte fue horrible jaja ¡Aún no se me pasa lo rojo! jajaja —cubre su cara con sus manos, sonriendo apenado — pero la pase con mis hermanos y... tú... que son lo más importante que tengo... —descubre su rostro, quedándose viendo el rostro rojo de la fémina que sonreía como acto por la vergüenza.

— Para que no te sientas tan mal...yo también te dibujo en las últimas hojas de mis cuadernos..
—esta se coloca al frente del fornido muchacho, apretando sus mejillas canelas y obsequiandole un rápido beso en los labios fríos de este, sonriendo enamorada.

— No olvides anotar este beso en tu diario...Y SI es posible...los siguiente también — expresó la fémina, acentuando la pronunciación a las primeras palabras que había dicho, sonriendo de manera burlona, manteniendo sus manos unidas con las de él.

— ¡Basta! jajaja —todos los colores se le suben al rostro, cerrando sus ojos con fuerza y riendo a la vez, tapando su cara con sus manos— ¿Qué quieres decir con los siguientes? ¿me darás más? —Saca las manos de su rostro para volverlas a unir con las de la fémina, esperando más besos fugases en su rostro.

— Si, los que te daré al llegar a mí departamento... ahí de paso anotas la otra cosa que tú hermano se olvidó mencionar...jaja —ríe nerviosa, siendo lo que dijo una indirecta para el chico.

— Ah- JAJAJSJ ¡BASTA! —la risa cantarina del pelirrojo se hace presente, acercándose completamente rojo al cuerpo de la mujer, abrazandola mientras reía sobre su hombro para que no note lo rojo que se encontraba —aunque ya lo había visto.

— Te amo... —suelta este, un poco más relajado y casi susurrando, separandose un poco del cuerpo de la chica para verla, mientras aún mantenía sus manos unidas con las de ella.

— Feliz Navidad, bebé —Expresa con cariño el más alto, apartando algunos cabellos que se encontraban estorbando el rostro de la ahora sonrojada mujer.

— Feliz Navidad... —Responde la fémina con diversión y nervios, mientras aún mantenía sus cachetes colorados.

Al recibir una respuesta por parte de su chica, el pelirrojo la levanta de la cintura, haciendo que esta en reacción se sostenga del cuello del chico y cruce sus pierna por su cadera para no caerse.

— ¡idiota! jaja —suelta risueña la muchacha enamoradiza.

— ¡¡BOMBA DE CAÑOOOOON!!

La tranquilidad del silencio se esfuma, dando paso a un grito chillón y molesto.

El pequeño niño corría a toda velocidad, dispuesto a enpujar a la pareja "melosa" —a su criterio—que se encontraba en frente de la fuente.

— ¡caraj-

Ambos caen al agua.

— ¡Yoshio! —esboza molesto el pelirrojo, al ver de quien se trataba.

Al contrario de la fémina empapada, que solo le importaba en ese momento lo jodidamente fría que se sentía el agua, acto que noto su pareja y no dudo en abrazarla, como si eso le quitaría el frío que para él no era nada nuevo puesto que le encanta bañarse con agua fría en las mañanas.

— ¿Ups?... —responde con desdén el responsable de que ambos chicos se encuentren empapados y con frío.

— ¡¿Chicos!? —expresa preocupado el más callado de los hermanos, observando consternado al igual que su hermana la escena.

— Perdón...¡Es que estaban siendo muy cursis! —se justifica el revoltoso.

— Castigado —ordena la madre de los niños y el pelirrojo, mirando enojada al travieso pequeño.

— Pero- ¡MA! ¡No!

— Debiste haber pensado eso antes de empujarlos, mocoso... —se íntegro el padre, mirando divertido la escena.

— Diablos... —observa enojado a la nada, turnando su vista esta vez a la pareja que miraba de mala manera a el pequeño niño.

Se acerca a la pareja empapada, extendiendo su mano para ayudarlos, esperando a que eso enmiende su error.

— Pa dentro —expresa el pelirrojo, jalandolo al agua al menor con una sonrisa traviesa en su rostro.

— ¡IDIOTA!... ¡MA-MAMÁ! - Se quejó el menor, estando en medio de la pareja "melosa".

— Tú te lo buscaste, bebé... - Suspira resignada la mujer, con una sonrisa en el rostro y sobando el puente de su naríz, solo esperaba a que ninguno se enferme.

— ¡Haruka! ayúdame... —habló Yoshio, estirando su brazo para que su hermano menor lo ayude.

— No. Me vas a tirar al agua...

Expresó un sonido de admiración el inquieto muchacho empapado de agua —¿Me crees capaz? —achina sus ojos, esperando respuesta, anonadado por el rechazo.

— Si —responde el callado y la menor de coletas, metiéndose en el asunto ya que se sentía excluida.

Los mayores desparramados en la fuente se levantan pesados —por la cantidad de agua en su ropa— ayudando al menor a hacerlo también sintiéndose de la misma forma.

Los pequeños se fueron en compañía de sus padres —esta vez ya en serio. No se habían ido aún debido a que la menor de coletas quería seguir espectante a un pequeño show de bailarinas de ballet que se encontraron no muy lejos del principal evento navideño— se despidieron de su hermano mayor y de la muchacha que lo acompañaba, recalcando unas disculpas otra vez —obligadas— por parte del más inquieto.

Ahora, los tórtolos jovenes enamorados se dirigían al departamento de la fémina; mojados y con frío, abrazándose mutuamente para mantener el calor de sus cuerpos. Él, su brazo sobre los hombros de la chica y ella, su brazo sobre la cintura del chico, caminando entre risas esperando llegar a su destino lo más pronto posible y no morir de frío en el intento.

Nunca más volvieron a acompañarlos a una cita.

...

-hola ✋ aquí un pequeño one shot de navidad que había hecho.

Preferí trasladarlo aquí porque me parecía innecesario hacerlo aparte así que bueno.

Feliz navidad atrasada...o adelantada?

amigo, esta mierda tiene 4251 palabras xd



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